Algas: la nueva apuesta de Chile para biodiésel

16 06 2009

Con miles de kilómetros de litoral, Chile tiene una situación privilegiada para transformar algas en petróleo verde. Por eso la próxima semana -y tal como se hizo en 2008 con los residuos forestales- el gobierno abrirá un concurso para formar equipos que produzcan este biodiésel.

Una de las hipótesis de la creación del planeta sindica a las algas como responsables de formar la actual atmósfera. Hace millones de años dichas plantas acuáticas habrían evolucionado y, a través del proceso de fotosíntesis, tragaron el CO, expulsando oxígeno.
Hoy, su poder purificador y su alta oleaginosidad son precisamente lo que los investigadores vieron en ellas para considerarlas perfectas para la producción de biocombustibles.
En el mundo llevan años desarrollando la tecnología para lograrlo y en Chile varios equipos científicos también se han sumado a esta tarea, centrados en aumentar el rendimiento para explotarlas. Ventajas hay de sobra. Con más de dos mil kilómetros de costa y los privilegiados cielos del norte, nuestro país podría convertirlas en el próximo petróleo verde.
«Chile no tiene ventajas comparativas en cultivos oleaginosos (palma, soya, raps), por lo que el objetivo de estos consorcios es ponernos a la altura de los países que están en la punta de la investigación de materias primas de segunda generación. A nivel de algas, la eficiencia puede ser mucho más alta que las oleaginosas y cultivos que hoy son destinados masivamente y Chile tiene una situación excepcional no sólo a nivel de macroalgas, por los 2.500 kilómetros de litoral, sino también en microalgas por la luminosidad y capacidad de fotosíntesis en el norte», asegura Claudio Maggi, director de Innova Chile.
La institución, dependiente de Corfo, se encargará de financiar el o los consorcios que se dedicarán a la producción de biocombustibles a base de algas.

Equipos multidisciplinarios
En un esfuerzo similar al realizado el año pasado para formar los primeros grupos tecnológico-empresariales para la producción de biodiésel con material lignocelulósico (residuo forestal), en pocas semanas se abrirá el concurso para formar equipos multidisciplinarios enfocados a la producción con las plantas acuáticas.
A mediados de junio se espera que la Contraloría entregue la toma de razón y confirme, con ello, las bases de la licitación que debería abrirse antes de fin de mes. Con todo, se espera que en enero de 2010 el o los proyectos ganadores comiencen a operar.
Según indica Maggi, se entregarán hasta seis millones de dólares en financiamiento estatal, que no debe superar el 70% de la inversión total del consorcio.
Las iniciativas presentadas a la convocatoria deberán contemplar soluciones tecnológicas para la industria productora de biocombustibles, de manera de obtener las cepas de micro o macroalgas con mejores productividades para ser cultivadas en Chile; así como el proceso de producción del biocombustible, investigación y desarrollo tecnológico en captura, transporte y almacenamiento de CO y la gestión integrada de residuos de algas para optimizar el proceso de obtención de energía, incluido biogás y otros productos no energéticos.
«La idea es crear tanto un modelo energético sostenible como fortalecer las capacidades y competencias científicas y tecnológicas nacionales a través de la articulación de consorcios biotecnológicos que integran especialistas del ambiente universitario y empresarial, público y privado», dice Maggi.

Fuente: La Nación


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